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SciCheck’s COVID-19/Vaccination Project

Fauci y Paul, segunda ronda


This article is available in both English and Español

En una audiencia del 20 de julio en el Senado, el senador republicano Rand Paul y el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), tuvieron una vez más un intercambio tenso sobre si Estados Unidos financió una investigación de ganancia de función en China en el que cada hombre acusó al otro de “mentir”.

Paul también sugirió que la investigación estaba relacionada con “14 millones de personas muertas en todo el mundo” por el COVID-19, pero luego se retractó de esta insinuación diciendo: “Nadie está diciendo que esos virus” estudiados en la investigación científica en cuestión “lo causaran”.

La mayor parte del intercambio fue como una vuelta atrás al enfrentamiento entre los dos hombres en una audiencia en el Senado el 11 de mayo, sobre la que hemos escrito. Pero el senador también hizo una declaración falsa sobre las teorías de los orígenes del virus SARS-CoV-2 causante del COVID-19.

Paul dijo que “toda la evidencia apunta a que provino del laboratorio”, pero no hay evidencia que vincule el nuevo coronavirus a un laboratorio, solo especulaciones. Como hemos explicado, muchos científicos con experiencia en coronavirus consideran que un escape de laboratorio es poco probable y el escenario más probable es un contagio natural del virus de un animal a un humano, según los datos que tenemos hasta ahora. Varios de estos científicos resumieron su razonamiento el 7 de julio en un artículo científico que aún no ha sido revisado por pares. Actualización, 19 de agosto: El artículo fue publicado en la revista Cell el 18 de agosto. 

Resumimos aquí lo que hemos escrito sobre la disputa entre Paul y Fauci. Para más información, remitimos a los lectores a nuestros dos artículos sobre estos temas: “El laboratorio de Wuhan y el desacuerdo sobre estudios de ganancia de función” y “Los hechos, y las lagunas, sobre el origen del coronavirus”.

Ganancia de función

Como escribimos en mayo, no se discute que EE. UU. destinó algo de financiación al Instituto de Virología de Wuhan en China. El desacuerdo es sobre si la investigación que realizó el laboratorio con estos fondos fue una investigación de ganancia de función.

Casi $600.000 de una beca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) a la EcoHealth Alliance, con sede en EE. UU., fueron destinados al laboratorio de Wuhan, un colaborador en un proyecto de seis años para estudiar el riesgo de una futura aparición de coronavirus de murciélagos. La beca fue cancelada en abril de 2020.

Los NIH, EcoHealth Alliance y el investigador principal en Wuhan dicen todos que los experimentos no fueron de ganancia de función, un tipo de investigación que el gobierno de los EE. UU. definió en el 2014 de manera general como dirigidos a “aumentar la capacidad de agentes infecciosos de causar enfermedades ya sea mejorando su patogenicidad o aumentando su transmisibilidad”.

No hay evidencia de que Fauci mintiera al Congreso, como sostuvo Paul en la audiencia del 20 de julio, dado que los NIH respaldan rotundamente la declaración de Fauci de que la investigación respaldada por la beca “fue juzgada por personal cualificado a todos los niveles como que no era de ganancia de función”.

En una declaración del 19 de mayo, el director de los NIH, el Dr. Francis S. Collins, dijo que “ni los NIH ni el NIAID han aprobado nunca una subvención que hubiera apoyado la investigación de ‘ganancia de función’ de los coronavirus que hubiera aumentado su transmisibilidad o letalidad humana”.

Sin embargo, los científicos tienen opiniones diferentes sobre qué se considera una investigación de ganancia de función y qué experimentos producirían información valiosa sobre patógenos y cómo combatirlos, y con cuáles no vale la pena arriesgarse.

Paul citó a Richard Ebright, profesor de química y biología química en la Universidad de Rutgers y crítico de la investigación de ganancia de función, que no está de acuerdo con los NIH. Ebright ha dicho que la investigación de EcoHealth y el laboratorio de Wuhan “fue, inequívocamente, una investigación de ganancia de función”. Y Paul citó un estudio científico de 2017 publicado en la revista PLOS Pathogens en parte gracias a la financiación de la beca de EcoHealth Alliance.

El estudio científico se publicó poco antes de que el gobierno de los EE. UU. levantara una pausa de tres años sobre investigaciones de ganancia de función “donde podría anticiparse razonablemente que se confieran atributos a los virus de la influenza, MERS o SARS de tal manera que el virus hubiera mejorado su patogenicidad y/o transmisibilidad en mamíferos a través de la vía respiratoria”, según el anuncio de la Casa Blanca en 2014.

Paul, 20 de julio: Esta investigación coincide, de hecho personifica la definición de investigación de ganancia de función, realizada por completo en Wuhan, durante la cual se suponía que había una pausa federal. Dr. Fauci, sabiendo que es un crimen mentir al Congreso, ¿desea retractarse de su declaración del 11 de mayo, en la que afirmó que los NIH nunca financiaron la investigación de ganancia de función en Wuhan?

Fauci: Senador Paul, nunca he mentido ante el Congreso y no me retracto de esa afirmación. El estudio científico al que se refirió fue evaluado por personal cualificado a todos los niveles como que no era de ganancia de función.

Una vez más, el NIH dice que la beca de EcoHealth no financió la investigación de ganancia de función. “No se necesitaba ninguna exención ya que no se estaba realizando ninguna investigación de ganancia de función”, nos dijo un portavoz de EcoHealth.

El documento de 2017, escrito principalmente por investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, incluido Shi Zhengli, determinó que los coronavirus en murciélagos en una cueva en Yunnan, China, tenían “todos los componentes básicos” del coronavirus del SARS que causó un brote en 2003. Shi es famosa por su trabajo de rastreo de los orígenes de la epidemia de SARS.

Los autores “especulan que el ancestro directo” del virus del SARS puede haber sido el resultado de una recombinación o la combinación natural de material genético de precursores de estos coronavirus en murciélagos. Y los autores encontraron que los coronavirus en murciélagos tenían el potencial de ser transmitidos directamente a humanos.

Algunos de sus experimentos combinaron diferentes elementos de virus para comprender mejor lo que se requiere para infectar células humanas. Específicamente, la investigación de 2017 usó la columna vertebral del WIV1, un virus similar al SARS en murciélagos reportado en 2013, e intercambió la proteína de pico de dos coronavirus en murciélagos recientemente identificados para ver si ellos, como el WIV1, pueden usar el receptor ACE2 humano para entrar en células humanas. Los investigadores encontraron que ambos virus quiméricos podían usar ACE2 para infectar y replicarse en células humanas en cultivo. (Los investigadores intentaron producir otros seis virus quiméricos, pero cuando se introdujeron en células de mono, las construcciones virales no se replicaron).

¿Es eso ganancia de función? Nuevamente, existen diferentes definiciones y opiniones al respecto. Nos comunicamos con los NIH para pedir una explicación más detallada de por qué el estudio científico de 2017 no cumplía con su definición y actualizaremos este artículo si obtenemos una respuesta.

Señalaremos que el Dr. Stanley Perlman, profesor de microbiología e inmunología en la Universidad de Iowa que estudia los coronavirus, nos dijo que en el tipo de investigación realizada bajo la beca de EcoHealth “estos virus casi siempre están atenuados”, es decir, debilitados. También dijo que crear un virus que pueda infectar células humanas en un laboratorio no significa que el virus sea más infeccioso en humanos. Los virus se adaptan al cultivo celular, dijo, y pueden crecer bien en un cultivo celular, pero luego no infectar muy bien a animales.

Por su parte, Shi dijo al New York Times en junio que su laboratorio nunca había realizado experimentos “que aumenten la virulencia de los virus”.

Los orígenes del SARS-CoV-2

En la audiencia del 20 de julio, Paul nuevamente vinculó  la financiación estadounidense al laboratorio de Wuhan con el origen de la pandemia de SARS-CoV-2, y después de la audiencia, el hashtag #FauciLiedPeopleDied (#FauciMintióGenteMurió) comenzó a ser tendencia en Twitter. Pero como dijo Fauci correctamente, no hay evidencia de que el laboratorio tuviera un coronavirus que pudiera ser lo suficientemente manipulado para llegar al virus SARS-CoV-2, según varios expertos. Paul luego dijo que no estaba insinuando eso.

Aquí hay parte de ese intercambio:

Paul: Es una danza, y está danzando alrededor de esto porque está tratando de ocultar la responsabilidad de 4 millones de personas que han muerto en todo el mundo a causa de una pandemia.

Fauci: Tengo que … bueno, ahora usted quiere llegar a algo. Si lo que está diciendo es que la beca que se financió como una subvención de EcoHealth a Wuhan creó el SARS-CoV-2, ahí es donde usted quería llegar. Déjeme terminar. …

Paul: No sabemos si no provino del laboratorio, pero toda la evidencia apunta a que provino del laboratorio, y serán responsables aquellos que financiaron el laboratorio, incluido usted mismo. …

Fauci: Me ofende totalmente la mentira que está propagando ahora, senador, porque si mira los virus que se usaron en los experimentos que se compartieron en los informes anuales publicados en la literatura científica, es molecularmente imposible.

Paul: Nadie está diciendo que esos virus lo causaron. Nadie está … Estamos diciendo que son virus de ganancia de función, porque eran virus de animales que se volvieron más transmisibles en humanos y usted los financió. Y usted no quiere admitir la verdad. …

Fauci: Y usted está insinuando que lo que hicimos causó la muerte de individuos. Estoy totalmente ofendido por eso.

Paul: Pudo haber sido. Pudo haber sido.

Fauci: Y si alguien está mintiendo aquí, es usted senador. 

No hay evidencia de que el laboratorio de Wuhan, con o sin financiación de la beca del NIH, haya creado el SARS-CoV-2.

Muchos científicos permanecen abiertos a un escape de laboratorio de un virus natural, pero menos creen que el SARS-CoV-2 fue diseñado. Si bien esto no se puede descartar por completo, múltiples expertos en coronavirus lo ven como improbable. Y la única forma en la que el SARS-CoV-2 podría haber salido del laboratorio, ya fuera manipulado o en su forma natural, es si el laboratorio de Wuhan estaba en posesión de un virus mucho más similar al SARS-CoV-2 que a los coronavirus que han sido identificados.

Robert F. Garry, virólogo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Tulane, nos dijo que un coronavirus tendría que ser “al menos un 99%” similar al SARS-CoV-2 y “probablemente” un 99,9% similar “para hacer ese tipo de transición en el laboratorio”.

“Simplemente no hay evidencia”, dijo, de que el Instituto de Virología de Wuhan “tuviera algo cercano a eso”.

Shi anunció a finales de enero de 2020 que un virus en murciélagos que el laboratorio llamó RaTG13 comparte el 96,2% de su genoma con el SARS-CoV-2, siendo el porcentaje más alto de todos los virus conocidos. Pero los expertos dicen que especular que el RaTG13 podría haber sido alterado para convertirse en el SARS-CoV-2 es erróneo.

Esto es porque el genoma del RaTG13 todavía difiere del SARS-CoV-2 en más de 1.000 nucleótidos. “El RaTG13 es demasiado divergente para ser el  virus ancestral”, nos dijo David Robertson, director de genómica viral y bioinformática en la Universidad de Glasgow.

Shi dice que, de todos modos, solo hay una secuencia del genoma para el RaTG13: el virus vivo nunca se aisló de la muestra.

Particularmente, otros equipos han encontrado posteriormente otros tres virus en murciélagos que están más estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 que el RaTG13 si se tiene en cuenta la recombinación viral, aunque estos tampoco son precursores del virus.

Paul afirmó: “No sabemos si no provino del laboratorio, pero toda la evidencia apunta a que provino del laboratorio”. Ese no es el caso.

“Sobre la fuga del laboratorio, no hay evidencia de que el SARS-CoV-2 escapara de un laboratorio aparte de la coincidencia de que el Instituto de Virología de Wuhan esté allí”, nos dijo Robertson.

Muchos científicos que estudian los coronavirus dicen que los datos que tenemos apuntan a un derrame natural como el origen más probable, dada la presencia de virus similares que circulan en murciélagos, los vínculos de muchos de los primeros casos de COVID-19 con los mercados de animales en Wuhan, y otros casos de derrames con otros coronavirus en el pasado. Pero sin la identificación de un virus casi idéntico en un murciélago u otro animal, los científicos no pueden estar completamente seguros.

Traducido por Elena de la Cruz. 

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