En una extensa entrevista con el programa “60 Minutes” de CBS News, el presidente Donald Trump hizo afirmaciones falsas y cuestionables sobre las pruebas de armas nucleares, la inflación y los ataques militares en el Mar Caribe. También repitió numerosas afirmaciones engañosas que ya había hecho antes, sobre diversos temas.
- Trump justificó su orden al Pentágono de “empezar a probar” armas nucleares estadounidenses argumentando que “otros países también las realizan”. Rusia probó recientemente dos armas con capacidad nuclear, pero Corea del Norte es el único país que ha realizado una prueba de explosión nuclear en este siglo.
- “No tenemos inflación. Está en el 2 %”, Trump afirmó falsamente. El Índice de Precios al Consumidor aumentó un 3 % en los 12 meses que terminaron en septiembre, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
- Trump también afirmó erróneamente que los precios de los comestibles están “bajando”. El IPC para “comida en casa” aumentó un 1,4 % de enero a septiembre.
- Trump afirmó que cada barco que el ejército estadounidense ha hundido en el mar Caribe desde principios de septiembre “mata a 25.000 estadounidenses” con drogas ilegales. Con nueve barcos derribados, esa cifra superaría con creces el total de muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos en 2023 y 2024. El gobierno no ha proporcionado detalles sobre la carga de los barcos.
- Al hablar sobre las razones de los ataques a embarcaciones, Trump repitió su afirmación infundada de que Venezuela vació “sus cárceles” y “hospitales psiquiátricos” en Estados Unidos mediante la inmigración ilegal. Expertos, incluso en Venezuela, nos dijeron que no hay evidencia de ello.
El presidente hizo afirmaciones sobre las que ya hemos escrito anteriormente respecto a la Ley de Insurrección, el fin de las guerras, las acusaciones federales, las firmas con autopen, la ayuda a Ucrania y las elecciones de 2020.
CBS News publicó una versión extendida de la entrevista de la corresponsal Norah O’Donnell con Trump, que duró más de una hora. Una versión más corta se emitió en el programa el 2 de noviembre. La transcripción completa también está disponible.
Pruebas de armas nucleares
Trump defendió su reciente orden al Pentágono de “empezar a probar nuestras armas nucleares” alegando que Estados Unidos era la única nación que no lo hacía.
“Porque hay que ver cómo funcionan”, dijo Trump cuando O’Donnell le preguntó por qué serían necesarias las pruebas. “La razón por la que hablo de pruebas es porque Rusia anunció que iba a realizar una. Si se fijan, Corea del Norte realiza pruebas constantemente. Otros países también las realizan. Somos el único país que no las realiza, y (…) no quiero ser el único país que no las realiza”.
Pero el Departamento de Energía afirma que su Administración Nacional de Seguridad Nuclear ya prueba periódicamente la “seguridad, la fiabilidad y la eficacia de las ojivas nucleares estadounidenses” con “experimentos subcríticos” que no requieren pruebas explosivas.
Si Trump se refería a detonar bombas nucleares de prueba, ninguno de los nueve países con armas nucleares lo ha hecho desde Corea del Norte en 2017, según la Asociación para el Control de Armas, una organización no partidista que analiza temas de seguridad nacional. Corea del Norte no es signataria del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares de 1996, que establece que los países que lo suscriben se comprometen a “no realizar ninguna explosión de prueba de armas nucleares ni ninguna otra explosión nuclear”.
Trump afirmó en la entrevista que algunos países, como China y Rusia, realizan pruebas secretas y “no hablan de ello”. Sin embargo, Robert Floyd, secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés), declaró el 30 de octubre que el Sistema Internacional de Vigilancia de la CTBTO “ha detectado con éxito las seis pruebas nucleares declaradas realizadas en este siglo”, todas ellas llevadas a cabo por Corea del Norte. Ninguna otra potencia nuclear ha realizado una prueba desde 1998, cuando India y Pakistán realizaron dos cada una.
El presidente Bill Clinton firmó el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares en nombre de Estados Unidos en 1996, pero el Congreso no lo ratificó. Pero Estados Unidos ha respetado la moratoria y no ha realizado ninguna prueba nuclear desde 1992.
Rusia, otro signatario y la nación con mayor arsenal nuclear, retiró su ratificación del tratado en 2023. Sin embargo, su última prueba nuclear similar se remonta a 1990. Cuando Trump afirmó que Rusia había anunciado recientemente una prueba, es posible que se refiriera a las pruebas de un misil de crucero con capacidad nuclear y un dron submarino con la misma capacidad. Ninguna de estas pruebas equivale a la de una bomba nuclear.
Antes de que se emitiera la entrevista grabada de Trump, Chris Wright, secretario del Departamento de Energía, responsable de gestionar el armamento nuclear del país, declaró el 2 de noviembre que Estados Unidos no realizaría pruebas con bombas, como podrían sugerir los comentarios de Trump sobre las pruebas.
“Creo que las pruebas de las que hablamos ahora son pruebas de sistema”, dijo Wright en el programa “Sunday Briefing” de Fox News. “No son explosiones nucleares. Son lo que llamamos explosiones no críticas”. Añadió que el departamento “probará todas las demás partes del arma nuclear para asegurarse de que tengan la geometría adecuada y que se produzca una explosión nuclear”.
Inflación
Durante la entrevista, Trump hizo varias declaraciones falsas sobre la inflación y los precios al consumidor, incluyendo la afirmación de que “no tenemos inflación. Está en el 2 %”. El Índice de Precios al Consumidor aumentó un 3 % interanual en septiembre, en comparación con el aumento del 2,9 % registrado en el período de 12 meses que finalizó en agosto, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés).
Cuando se le preguntó sobre los recientes precios elevados de los alimentos, el presidente dijo: “Subieron durante la presidencia de Biden. Ahora están bajando. (…) Cuando asumí el cargo, los huevos costaban el doble, el triple, el cuádruple de lo que costaban antes. Esto se debió a Biden”. Más tarde añadió: “Biden me dejó con la peor tasa de inflación en la historia de nuestro país”.
Trump no heredó “la peor tasa de inflación” de la historia de Estados Unidos. La tasa de inflación anualizada fue inferior al 3 % durante los seis meses anteriores a su regreso a la Casa Blanca, como ya hemos indicado.
La inflación aumentó considerablemente durante la primera mitad del mandato del presidente Joe Biden, en parte debido a su Plan de Rescate Estadounidense, pero principalmente por el impacto de la pandemia de COVID-19, como ya hemos explicado. Sin embargo, nunca fue “la peor” de la historia. En el período de 12 meses que finalizó en junio de 2022, el IPC aumentó un 9,1 %. La peor inflación se registró después de la Primera Guerra Mundial, cuando el mayor aumento de precios en 12 meses fue del 23,7 % entre junio de 1919 y junio de 1920. La inflación general alcanzó el 14,8 % entre marzo de 1979 y marzo de 1980, el período económico conocido como estanflación.
La afirmación de Trump de que los precios de los alimentos estaban “bajando” también era inexacta. El IPC de “comida en casa” (productos comprados en supermercados o tiendas de comestibles) aumentó un 1,4 % entre enero y septiembre, y un 2,7 % con respecto a septiembre de 2024.
El precio de los huevos ha caído significativamente desde que Trump asumió la presidencia, con una disminución del 29,6 % entre enero y septiembre, según afirmó el propio presidente. Sin embargo, como ya hemos mencionado, muchos economistas señalaron que la principal causa del aumento en los precios de los huevos durante la presidencia de Biden fue la gripe aviar, que provocó una escasez de huevos debido al sacrificio de millones de gallinas para contener la propagación del virus.
Durante la entrevista, Trump también dijo: “La energía está muy baja. Ya saben, muy pronto la gasolina costará 2 dólares. Nadie lo podía creer. Estuvimos a 4, 5, 6 e incluso 7 dólares”.
La semana en que Trump asumió la presidencia, el precio promedio nacional de la gasolina al público era de 3,11 dólares por galón, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos. La semana del 3 de noviembre, el precio era de 3,02 dólares.
Trump seleccionó precios altos de 2022, algunos en California. El precio de la gasolina alcanzó un máximo de 5 dólares por galón en promedio a mediados de 2022 a nivel nacional. En California, los precios llegaron a un promedio de 6,05 dólares por galón en mayo de 2022, llegando a los 7 dólares en un condado. Los altos precios de ese año se debieron principalmente a una disminución en el suministro mundial de petróleo tras la invasión rusa de Ucrania y a un repunte de la demanda a medida que el mundo se recuperaba de la pandemia.
No podemos afirmar si, como aseguró Trump, tendremos gasolina a 2 dólares muy pronto. La Administración de Información Energética proyectó que el precio promedio de la gasolina será de 2,90 dólares en 2026. Los expertos señalan que los factores del mercado global determinan el precio de la gasolina. Los presidentes estadounidenses tienen poco control sobre el precio que pagan los consumidores.
Acción militar en relación con Venezuela
Cuando le preguntaron sobre los ataques militares estadounidenses contra barcos en el Mar Caribe y la creciente presencia militar cerca de Venezuela, Trump hizo la inverosímil afirmación de que “cada uno de esos barcos mata a 25.000 estadounidenses. Cada barco que ven derribado mata a 25.000 personas por drogas y destruye familias en todo nuestro país”.
Quince embarcaciones han sido alcanzadas por ataques militares desde principios de septiembre; nueve de ellas en el Caribe y el resto en el océano Pacífico. Las muertes por sobredosis en Estados Unidos ascendieron a 105.007 en 2023 y disminuyeron a 79.383 el año pasado, según datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Por lo tanto, no cuadra que cada barco que transportaba drogas hubiera causado la muerte de 25.000 estadounidenses.
Es posible que Trump se refiera a la cantidad de dosis potencialmente letales de drogas en cada barco, aunque no todas las dosis letales causarían una sobredosis. (Ya informamos sobre una afirmación similar de la fiscal general Pam Bondi a principios de este año). Si bien el gobierno ha declarado que estos barcos eran operados por narcoterroristas que transportaban drogas, no ha proporcionado detalles sobre la carga ni la identidad de las personas fallecidas.
Tras un ataque en octubre, Trump afirmó que la “embarcación estaba cargada principalmente con fentanilo y otros narcóticos ilegales”. Como ya hemos explicado, se sabe que algunos barcos procedentes de Venezuela y Colombia trafican cocaína, no fentanilo, el cual “se fabrica principalmente en laboratorios clandestinos extranjeros y se introduce de contrabando en Estados Unidos a través de México”, según una hoja informativa de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
En 2023, se registraron casi 30.000 muertes por cocaína en Estados Unidos, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años. La mayoría de estas sobredosis también involucraron opioides sintéticos, incluido el fentanilo.
Trump ha afirmado que el presidente venezolano Nicolás Maduro controla el cartel de la droga que opera en aguas internacionales, como dijo tras el primer ataque militar contra un barco a principios de septiembre.
En la entrevista de “60 Minutes”, O’Donnell le preguntó a Trump si la acción militar tenía como objetivo detener el narcotráfico o derrocar a Maduro. Trump respondió que se trataba de “muchas cosas” y repitió su afirmación infundada de que Venezuela “permitió que sus cárceles se vaciaran en nuestro país”, añadiendo que el país también “vació sus hospitales psiquiátricos y manicomios” en Estados Unidos mediante la inmigración ilegal.
Trump repitió esta afirmación una y otra vez durante la campaña de 2024, diciendo que otros países también lo hacían. Expertos en inmigración nos dijeron que no hay evidencia que lo respalde. Trump ha señalado una caída en la delincuencia en Venezuela como prueba de su afirmación, pero expertos en crimen del país nos dijeron que las razones de la disminución no tenían nada que ver con el envío de delincuentes a Estados Unidos.
“Nosotros no tenemos evidencias de que el gobierno de Venezuela esté vaciando las cárceles o sanatorios mentales para enviarlos fuera del país, sea para USA o para cualquier otro país”, nos dijo Roberto Briceño-León, fundador y director del Observatorio Venezolano de la Violencia, un organismo independiente.
O’Donnell le preguntó a Trump si la acción militar, incluido el despliegue del portaaviones de U.S.S. Gerald Ford en el Caribe, significaba que Estados Unidos estaba “entrando en guerra contra Venezuela?”. Trump respondió: “Lo dudo. No lo creo”.
Afirmaciones repetidas
Ley de Insurrección. Trump afirmó que, si quisiera, podría invocar la Ley de Insurrección para enviar tropas militares, incluyendo el Ejército o la Infantería de Marina, a ciudades estadounidenses y que “ningún juez podría impugnarlo”. La Ley de Insurrección establece una excepción a la prohibición legal de utilizar a las fuerzas armadas federales como cuerpos de seguridad civiles. Sin embargo, contrariamente a lo que afirma Trump, un gobernador podría impugnar la acción del presidente ante los tribunales.
Joseph Nunn, asesor del programa de libertad y seguridad nacional del Centro Brennan para la Justicia, escribió en una explicación sobre la ley que la Corte Suprema “ha sugerido que los tribunales pueden intervenir si el presidente actúa de mala fe, excede ‘un rango permitido de juicio honesto’, comete un error obvio o actúa de una manera manifiestamente no autorizada por la ley” y “que los tribunales aún pueden revisar la legalidad de las acciones militares una vez desplegadas”.
Trump también tergiversó los hechos al afirmar que “casi el 50 %” de los presidentes han recurrido a la Ley de Insurrección y que “los recientes la han utilizado 28 veces”, añadiendo que “se ha utilizado de forma rutinaria”. La ley se ha invocado en 30 crisis, desde 1794, durante la presidencia de George Washington, y más de la mitad de estas crisis ocurrieron antes de 1900, según una lista recopilada por el Centro Brennan para la Justicia. El caso más reciente se dio en 1992, cuando el gobernador de California solicitó al presidente George H.W. Bush el envío de tropas federales para sofocar los disturbios civiles que estallaron en Los Ángeles tras la absolución de los policías blancos acusados de golpear a Rodney King, un automovilista afroamericano.
Bush también recurrió a la ley en respuesta a los saqueos en las Islas Vírgenes tras el huracán Hugo en 1989. Anteriormente, el presidente Ronald Reagan la invocó para sofocar un motín en una penitenciaría federal de Atlanta en 1987, pero, al igual que en otras ocasiones, no llegó a desplegar tropas.
En la entrevista, Trump afirmó haber optado por no utilizar la Ley de Insurrección “porque no he creído que la necesitemos”.
Poner fin a las guerras. Trump afirmó repetidamente haber “resuelto ocho guerras”. Como ya informamos cuando su afirmación era por siete guerras, expertos en relaciones internacionales señalaron que el presidente tuvo un papel significativo en la finalización de cuatro conflictos, si bien funcionarios de un país (India) refutan su afirmación. Pero algunas de las disputas internacionales que Trump cita no han sido guerras, y algunos enfrentamientos no han terminado.
Para la octava guerra, Trump incluye el conflicto de dos años entre Israel y Hamás. Ambas partes acordaron un alto el fuego a principios de octubre y la liberación de rehenes y prisioneros. Muchos, incluido el exasesor de seguridad nacional de Biden, han afirmado que Trump merece el mérito de haber logrado el acuerdo.
Steven A. Cook, investigador principal del CFR especializado en estudios de Oriente Medio y África, escribió que esta primera fase “es significativa”, aunque aún hay desafíos en la implementación del plan de paz de 20 puntos de Trump. “Queda por ver si esto conducirá al fin de la guerra”, afirmó Cook.
Formulación de cargos: O’Donnell citó las recientes acusaciones contra el exdirector del FBI, James Comey, el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, “todas figuras públicas que lo han denunciado públicamente”, y le preguntó a Trump si dichas acusaciones eran “represalias políticas”. “¿Le ordenó usted al Departamento de Justicia que los procesara?”, preguntó O’Donnell. Trump respondió: “No, y no de ninguna manera, figura o forma”.
Pero en una publicación del 20 de septiembre en Truth Social, aparentemente dirigida a la Fiscal General Pam Bondi, Trump citó publicaciones en redes sociales que pedían el enjuiciamiento de Comey, James y el Senador Adam Schiff. “Son culpables hasta la médula”, decía la publicación de Trump, y añadía: “¡No podemos demorarnos más (…) ¡¡¡SE DEBE HACER JUSTICIA, YA!!!”.
Comey fue acusado formalmente cinco días después, el 25 de septiembre, de perjurio ante el Congreso. James fue acusado formalmente el 9 de octubre de fraude hipotecario. Y Bolton fue acusado formalmente el 16 de octubre por el manejo indebido de información clasificada de defensa nacional obtenida durante su gestión en la primera administración Trump. Como ya mencionamos, algunos analistas legales han señalado que el gobierno parece tener un caso sólido contra Bolton (más que contra Comey o James).
Inmigrantes asesinos. Trump afirmó que había “más de 11.000 asesinos liberados en nuestro país”. Lleva más de un año citando variaciones de esta cifra. Pero, como ya hemos explicado, se refiere a personas no ciudadanas condenadas por asesinato que no estaban detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). La lista, conocida como el registro de personas no detenidas de la agencia, incluía a 13.099 personas a fecha de 21 de julio de 2024. La “gran mayoría” de ellas entró al país antes de la administración Biden y su estatus migratorio se determinó “mucho antes de esta Administración”, según declaró el Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado el año pasado, señalando que muchas estaban en prisión. Además, entre las personas no ciudadanas se incluyen quienes entraron al país legalmente, como los residentes permanentes legales, como los titulares de la tarjeta verde.
Trump también afirmó que el “50 %” de los 11.000 “han asesinado a más de una persona”. Desconocemos la fuente de esa afirmación.
Firmas con autopen. “Utilizó ilegalmente, como saben, una máquina, un autopen, para conceder indultos”, dijo Trump sobre Biden. Como ya hemos señalado, los abogados de la Casa Blanca durante la administración de George W. Bush afirmaron que el uso de un autopen es perfectamente legal, y expertos en derecho constitucional sostienen que la Constitución no exige que los indultos sean firmados.
Como ya señalamos, los indultos serían inválidos si alguno fuera firmado por un miembro del personal presidencial sin el conocimiento ni el consentimiento de Biden. Los republicanos del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes publicaron un informe de 91 páginas el 28 de octubre en el que alegaban que “de hecho, hubo un encubrimiento del deterioro cognitivo del presidente y que no existe ningún registro que demuestre que el propio presidente Biden tomó todas las decisiones ejecutivas que se le atribuyeron”. Sin embargo, el informe no ofrecía pruebas sólidas de que Biden no hubiera autorizado los indultos. En una entrevista concedida al New York Times el 10 de julio, Biden declaró que él “tomó todas y cada una” de las decisiones de clemencia, incluidas las firmadas con el autopen. Y quienes afirman que los asesores de Biden utilizaron el autopen sin su autorización son “mentirosos”, afirmó Biden.
Acusaciones contra Trump. “Están viendo a un hombre que fue acusado muchas veces, y tuve que librarme de los cargos”, dijo Trump. “De otro modo, no habría podido presentarme a la presidencia”. Trump ha confundido el orden. No fue librarse de los cargos, lo que le permitió presentarse a la presidencia; ganar la presidencia le permitió librarse inmediatamente de ellos.
En junio de 2023, Trump fue acusado formalmente de mal manejo de documentos clasificados de defensa nacional tras dejar el cargo. Un juez designado por Trump desestimó la acusación en julio de 2024, basándose en la moción del equipo legal de Trump, que alegaba que Jack Smith, el fiscal especial que obtuvo la acusación contra Trump, había sido nombrado ilegalmente sin la aprobación del Congreso. Tras la victoria de Trump en las elecciones de noviembre, Smith presentó una moción para retirar su apelación contra la desestimación del juez, fundamentada en la interpretación legal del Departamento de Justicia de que la Constitución no permite procesar a un presidente en ejercicio.
Trump también fue acusado formalmente en agosto de 2023 por sus intentos de permanecer en el cargo tras perder las elecciones presidenciales de 2020. El 25 de noviembre de 2024, Smith presentó una moción para desestimar dichos cargos, argumentando nuevamente que la Constitución no permite el enjuiciamiento de un presidente en ejercicio. Sin embargo, Smith respaldó la investigación y los cargos. La prohibición de enjuiciar penalmente a un presidente en ejercicio “es categórica y no depende de la gravedad de los delitos imputados, la solidez de las pruebas del Gobierno ni los méritos de la acusación, a la cual el Gobierno apoya plenamente”, escribió Smith en su moción.
Capacidad nuclear de Irán. O’Donnell le preguntó a Trump si estaba convencido de que Irán no tiene capacidad para producir armas nucleares tras los ataques aéreos estadounidenses de junio. El presidente respondió: “No tienen capacidad nuclear”. Sin embargo, expertos en control de armas han afirmado que las tres plantas de enriquecimiento nuclear iraníes atacadas sufrieron graves daños, pero no fueron destruidas por completo, como ya hemos informado.
“Ahora también resulta bastante claro que los iraníes, anticipándose al ataque estadounidense, retiraron” un arsenal de más de 400 kilogramos de uranio “enriquecido al 60 %”, así como otros equipos de al menos una de las instalaciones nucleares, según nos informó en junio Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación para el Control de Armas, una organización no partidista que ofrece análisis sobre temas de seguridad nacional. “Este material podría enriquecerse aún más hasta alcanzar el grado de bomba (90 %) y proporcionar suficiente materia prima para unos 10 dispositivos nucleares; y según la inteligencia estadounidense previa a los ataques, se necesitarían entre uno y dos años más para convertirlos en ojivas lo suficientemente pequeñas y ligeras como para ser lanzadas mediante un misil balístico”.
Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, declaró a Associated Press en octubre que “todavía hay material nuclear enriquecido al 60 % en Irán”, e imágenes satelitales recientes han mostrado una actividad renovada en torno a las instalaciones nucleares iraníes.
Elecciones “arregladas”. En cinco ocasiones durante la entrevista, Trump afirmó que las elecciones de 2020, en las que perdió ante Biden, fueron “arregladas”. Sin embargo, como hemos escrito repetidamente, no existe evidencia de fraude generalizado en las elecciones de 2020.
Los jueces desestimaron casi unánimemente las impugnaciones electorales de Trump. Además, la propia Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura de Trump concluyó que las elecciones de 2020 “fueron las más seguras de la historia de Estados Unidos” y que “no había pruebas de que ningún sistema de votación hubiera eliminado o perdido votos, alterado resultados o se hubiera visto comprometido de alguna manera”.
William Barr, quien se desempeñó como fiscal general de Estados Unidos durante la administración Trump, declaró ante un comité de la Cámara de Representantes en un testimonio publicado el 13 de junio de 2022: “En mi opinión, tanto entonces como ahora, las elecciones no fueron robadas mediante fraude, y nada desde entonces me ha hecho cambiar de opinión al respecto”. Barr afirmó ante el comité que la narrativa de fraude electoral que la campaña de Trump estaba difundiendo entre el público era una completa farsa.
Ayuda a Ucrania. Trump afirmó, como ya lo ha hecho en numerosas ocasiones, que “Joe Biden entregó 350 mil millones de dólares a Ucrania, incluyendo una gran cantidad de armas, una enorme cantidad de armas”. Pero, como ya informamos en agosto, la cifra de Trump es exagerada.
Un informe de agosto del inspector general especial encargado de supervisar el apoyo estadounidense a Ucrania indicó que, hasta junio, se pusieron a disposición más de 187.000 millones de dólares para operaciones militares y la respuesta general a la invasión rusa desde febrero de 2022. Como ya hemos informado, aproximadamente 174.200 millones de dólares de ese monto fueron aprobados en cinco proyectos de ley de asignaciones bipartidistas, según el Servicio de Investigación del Congreso. Además, Estados Unidos otorgó a Ucrania un préstamo de 20.000 millones de dólares que se reembolsará con los fondos procedentes de activos rusos congelados.
Traducción de Google Translate editada por Catalina Jaramillo.
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