Mientras Estados Unidos experimenta una caída importante en la cantidad de muertes diarias y la ola de la variante ómicron sigue su curso, el presidente Joe Biden se ha jactado repetidamente de que su “estrategia ha reducido las muertes por COVID en un 90%”. Esa cifra es precisa, pero los expertos dicen que la caída es en gran parte atribuible a una serie de factores que están fuera del control del presidente.