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A Project of The Annenberg Public Policy Center
SciCheck’s COVID-19/Vaccination Project

Trump y su hijo distorsionan grado de aceptación de la vacuna antes de Biden


This article is available in both English and Español

El porcentaje de estadounidenses que dicen que “definitivamente no” se vacunarán contra el COVID-19 ha permanecido relativamente estable desde el año 2020. Y cuando el presidente Joe Biden anunció amplios mandatos de vacunación, la cantidad diaria de personas vacunándose había bajado a casi al mínimo.

Pero el expresidente Donald Trump y su hijo Eric difundieron una versión distorsionada de la historia al afirmar que la reticencia hacia la vacuna aumentó cuando Biden asumió el poder y que “la gente estaba vacunándose en cantidades récord” hasta que Biden impuso los mandatos de vacunación.

En una entrevista con Sean Hannity de Fox News el 18 de octubre, Eric Trump dijo que Biden ha “asustado a Estados Unidos sobre la vacuna” con sus mandatos.

Eric Trump, 18 de octubre: Es decir, mi padre estaba produciendo la vacuna. Por cierto, la gente se estaba vacunando en cantidades récord. Y una de las cosas que yo creo que Biden ha hecho terriblemente es hacerle tragar cosas a los estadounidenses por la fuerza. De hecho, él ha asustado a Estados Unidos sobre la vacuna, lo cual no había ocurrido durante el gobierno de mi padre. La gente se estaba vacunando en cantidades récord, pero usted ve esos mandatos y ve que imponen cosas a los estadounidenses. Y usted sabe, no obligue a los estadounidenses a hacer cosas, edúquelos, pero no les imponga cosas. Los estadounidenses no son esa sociedad. Ellos quieren una vida libre. Nunca ha funcionado, Sean. Simplemente nunca funcionó.

Tal como muestra el registro de estadísticas del COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el mayor número de dosis diarias administradas en EE. UU. se vio en abril.

La cantidad de dosis diarias administradas ascendió de manera sostenida durante los meses siguientes a la aplicación de las primeras vacunas el 14 de diciembre. Aunque algunos estados las pusieron a disposición del público antes que otros, el 6 de abril Biden ordenó que las vacunas estuviesen disponibles a partir del 19 de abril. El promedio semanal de dosis administradas al día subió a casi 3,5 millones el 11 de abril. El máximo total diario fue de 4,5 millones de dosis y ocurrió el 1 de abril. Esos son los récords.

Tras esos máximos históricos, la cantidad de vacunaciones diarias descendió sostenidamente hasta julio, cuando se niveló. El promedio semanal a mediados de julio cayó por debajo de 500.000 al día, antes de elevarse nuevamente por encima de 850.000 diarios a finales de agosto. A comienzos de septiembre, un 63% de estadounidenses había recibido al menos una dosis de la vacuna y un 54% estaba completamente vacunado.

Pero la gente no “estaba vacunándose en cantidades récord” el 9 de septiembre cuando Biden anunció esfuerzos para imponer mandatos de vacunación a empleados federales, grandes empleadores y personal del sector de la salud. A comienzos de septiembre, la tendencia apuntaba a la baja aún cuando la muy transmisible variable delta incrementó los casos de COVID-19, especialmente entre los no vacunados. El promedio semanal de dosis diarias estaba justo por encima de 650.000 diarias el día que Biden anunció esos mandatos, lejos de los máximos históricos de abril.

“Muchos de nosotros estamos frustrados con los casi 80 millones de estadounidenses que aún no están vacunados, aún cuando la vacuna es segura, efectiva y gratuita”, dijo Biden. “Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está acabando. Y la renuencia de ustedes nos ha costado a todos”.

Biden ordenó al Departamento de Trabajo crear una regla de emergencia para exigir a todos los empleadores con más de 100 trabajadores a verificar que sus empleados estén vacunados o a que se hagan pruebas una vez a la semana. Biden también emitió un decreto exigiendo a todos los empleados federales vacunarse, sin excepción para quienes prefieran evitar la vacuna y someterse a exámenes periódicos.

Y después de exigir la vacunación a todos los empleados de hogares de ancianos que tratan a pacientes amparados por Medicare o Medicaid, Biden expandió ese requisito a cualquiera que trabaje en hospitales, residencias que incluyen atención médica y otros establecimientos médicos.

Pero como dijimos, las cifras de vacunaciones diarias habían descendido mucho antes de que Biden anunciara esos mandatos.

El expresidente, entretanto, aseveró el 7 de octubre durante una entrevista a Fox News que cuando él era presidente “todo el mundo quería la vacuna. Nadie decía ‘Oh, no, no quiero ponérmela’. Ahora dicen eso. Y es porque no confían en el gobierno de Biden. No se me ocurre otra razón”. De hecho, las encuestas muestran una sorprendente escasa variación, antes y después de que Biden llegara al poder.

Un sondeo de opinión pública realizado por Kaiser Family Foundation en diciembre de 2020, más de un mes antes de que Trump dejara el poder, determinó que: “Casi una cuarta parte (27%) del público sigue dudando de la vacuna, diciendo que probablemente o definitivamente no se pondrán una vacuna contra el COVID-19 aunque estuviese disponible de manera gratuita y fuese catalogada segura por los científicos. La resistencia a la vacuna es mayor entre los republicanos (42%)”.

Ese mes, casi el 15% de la población total respondió que “definitivamente no” se vacunarán, incluyendo 25% de republicanos. Esos porcentajes permanecieron estables en sondeos mensuales realizados hasta septiembre.

“No hemos visto ninguna señal de que el rechazo a la vacuna haya aumentado a lo largo del tiempo”, nos dijo en una entrevista telefónica Liz Hamel, vicepresidenta y directora de opinión pública para Kaiser Family Foundation. “Es muy sorprendente. Rara vez usted ve algo que permanezca así de estable con el paso del tiempo”.

Hamel advirtió que comparar diciembre de 2020 con septiembre de 2021 no equivale a comparar “manzanas con manzanas” porque ninguna vacuna estaba disponible cuando se realizó la encuesta en diciembre, mientras que las vacunas ya estaban aprobadas y autorizadas cuando se realizaron encuestas amplias más recientes.

Lo que ha disminuido considerablemente es el porcentaje de personas que querían “esperar y ver” antes de vacunarse. En diciembre, ese porcentaje era del 39%, y cayó a 7% en septiembre.

Entre diciembre y septiembre, una cuarta o quinta parte de los republicanos han expresado un rechazo constante a la vacuna. Y Hamel dijo que esos republicanos no cambiaron de opinión con ofertas de dinero en efectivo y otros incentivos creados para incentivar la vacunación.

Los resultados de KFF son similares a las conclusiones de sondeos realizados por el Centro Annenberg de Políticas Públicas (APPC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Pensilvania, la organización matriz de FactCheck.org. En mayo de 2020, durante la presidencia de Trump, un 18% dijo que “no es probable en absoluto” que se pongan una vacuna que proteja contra el coronavirus si estuviera disponible. Un porcentaje similar (18%) reportó el mismo rechazo según el sondeo elaborado por APPC en abril de 2021, cuando Biden era presidente y la vacuna se estaba distribuyendo ampliamente. 

En el más reciente sondeo de APPC, realizado en septiembre, un 12% dijo que “no es probable en absoluto” que se pongan una vacuna contra el COVID-19, por lo que, en todo caso, el grupo de personas que rechazan la vacuna se redujo levemente.

Trump debe saber cuán popular es el rechazo a la vacuna entre sus seguidores. El expresidente recibió abucheos durante un mitin en Alabama el 21 de octubre cuando recomendó a sus seguidores vacunarse.

“Creo firmemente en las libertades que ustedes gozan”, dijo Trump. “Pero ustedes tienen que hacer lo que tienen que hacer, pero yo les recomiendo que se vacunen. Yo lo hice. Es bueno. Vacúnense, pero ustedes tienen … [algunos asistentes abuchean]. No, está bien. Eso está bien. Ustedes tienen libertades. Pero resulta que yo me vacuné”.

Pero como dijimos, las encuestas muestran que el mismo rechazo a la vacuna, especialmente entre republicanos, existía antes y después de que Biden llegara al poder.

Traducido por Luis Alonso Lugo.

Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.