Facebook Twitter Tumblr Close Skip to main content
A Project of The Annenberg Public Policy Center
SciCheck’s COVID-19/Vaccination Project

Los respiradores salvan vidas, no causaron ‘casi todas’ las muertes por COVID-19


This article is available in both English and Español

Compendio SciCheck

Los respiradores pueden salvar la vida de los pacientes con COVID-19 en estado crítico. La afirmación en las redes sociales que dice que un estudio muestra que los respiradores mataron a “casi todos” los pacientes de COVID-19 es “ciertamente equivocada”, según el autor del estudio. Las complicaciones asociadas a la ventilación mecánica pueden contribuir a la muerte, pero sin ella, los pacientes a los que se suele conectar a un respirador, morirían.


Historia completa

El COVID-19 puede causar daños pulmonares e insuficiencia respiratoria. Los respiradores mecánicos pueden salvar la vida de pacientes que no pueden respirar lo suficientemente bien como para suministrar oxígeno a su organismo y darles tiempo para la recuperación. La ventilación mecánica ayuda a las personas a respirar al empujar aire en los pulmones a través de un tubo que se introduce por la tráquea.

Aun así, en las redes sociales se ha compartido un artículo de People’s Voice con un titular falso: “Informe Oficial: Los respiradores mataron a casi TODOS los pacientes con COVID”. The People’s Voice, antiguamente News Punch, publica con frecuencia artículos con titulares falsos e incendiarios.

Las publicaciones tergiversan las conclusiones de un estudio que apareció en abril en la revista Journal of Clinical Investigation. La idea de que los respiradores, y no el COVID-19, mataron a casi todos los pacientes con COVID-19 es “ciertamente equivocada”, nos dijo uno de los autores del estudio, el Dr. Benjamin Singer, neumólogo y médico de cuidados intensivos de Northwestern Medicine.

El representante Thomas Massie, republicano de Kentucky, también tergiversó las conclusiones del estudio al tuitear: “¿Cuántos pacientes con COVID murieron debido al uso de respiradores? Un examen reciente de los datos sugiere que bastantes”.

La idea de que los respiradores son peligrosos, y no el COVID-19, es una interpretación errónea de los datos de su estudio, dijo Singer. “No es el respirador la causa de la muerte”, dijo. “El respirador fue en gran medida un soporte vital para estos pacientes. En última instancia, fue el COVID-19” el que causó las muertes.

El estudio de Singer analizó a 585 personas conectadas a respiradores debido a una insuficiencia respiratoria entre 2018 y 2022 en el Northwestern Memorial Hospital. Estas personas padecían principalmente COVID-19 o alguna otra enfermedad infecciosa, como otra enfermedad vírica o bacteriana.

Foto por Sergey Ryzhov / stock.adobe.com

Alrededor de la mitad de estos pacientes muy enfermos que necesitaron ventilación mecánica (personas que probablemente habrían muerto sin la intervención) sobrevivieron a su enfermedad. La tasa de supervivencia fue similar tanto si padecieron COVID-19 como otra enfermedad y coincidió con la tasa de supervivencia de los pacientes con COVID-19 que requirieron ventilación mecánica hallada en otro estudio más amplio.

El estudio de Singer exploró en qué grado contribuye a la muerte una conocida complicación relacionada con los respiradores, denominada neumonía asociada al respirador (NAR), y descubrió que la complicación es más frecuente en personas con COVID-19 y, que cuando no se resuelve, está asociada a la muerte. La NAR suele tratarse con antibióticos.

Es probable que las personas con COVID-19 tengan un riesgo elevado de NAR porque permanecen conectadas al respirador durante periodos más largos que la media. Según Singer, el COVID-19 también afecta al sistema inmunitario y daña la superficie de los pulmones de maneras únicas, lo que podría hacerlos más susceptibles a infecciones secundarias.

La NAR contribuye a la muerte en algunos pacientes con COVID-19 y otras enfermedades infecciosas, explicó el Dr. Mark Metersky, neumólogo y médico de cuidados intensivos y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut que no participó en el estudio.

Sin embargo, prácticamente todos estos pacientes habrían muerto si no se les hubiera conectado a un respirador, afirmó. “No es que el respirador los matara, a los que murieron. Es que el respirador no consiguió salvarlos”.

Tampoco hay pruebas que respalden una afirmación similar en un mensaje popular en las redes que dice que los profesionales médicos ponen a los pacientes en respiradores debido a incentivos financieros, como nosotros y otros investigadores que verifican información explicamos anteriormente. Es habitual que los hospitales reciban más dinero por pacientes que requieren más cuidados, como los que están conectados a respiradores.

Estudio analiza la neumonía asociada al respirador

La NAR suele presentarse como una forma de neumonía secundaria, lo que significa que aparece en pacientes que ya tienen otro diagnóstico de neumonía, como la neumonía resultante del COVID-19, la gripe o una infección bacteriana.

Se diagnostica neumonía cuando los pulmones se inflaman con líquido debido a una infección respiratoria. La NAR suele producirse por la introducción de bacterias en los pulmones a través de la tráquea del paciente.

El nuevo trabajo de Singer revela que, una vez que los pacientes muy enfermos por COVID-19 están conectados a un respirador, corren un mayor riesgo de padecer NAR en comparación con otros pacientes con neumonía similarmente enfermos.

Además, el estudio revela que “la curación o no de la neumonía asociada al respirador fue un determinante importante a la hora de que los pacientes sobrevivieran o muriesen en la UCI”, dijo. Sin embargo, el mero hecho de ser diagnosticado de NAR no se asoció a un mayor riesgo de muerte.

Basándose en estas conclusiones, el artículo de People’s Voice hace una afirmación falsa, que fue ampliamente compartida: “Casi todos los pacientes con COVID-19 que murieron en el hospital durante la fase inicial de la pandemia fallecieron como consecuencia directa de haber sido conectados a un respirador, según concluye un nuevo y preocupante informe”.

En primer lugar, han muerto muchos pacientes hospitalizados con COVID-19 que nunca estuvieron conectados a un respirador. Además, el estudio de Singer no se limitó a “la fase inicial de la pandemia”, sino que abarcó hasta marzo de 2022.

Como hemos dicho, esta línea de pensamiento también es engañosa porque no deja claro que los pacientes conectados a respiradores normalmente habrían muerto sin ellos. También es falso que el estudio de Singer demostrara que las complicaciones asociadas a los respiradores mataron a “casi todos” los pacientes ventilados mecánicamente que fallecieron.

El artículo de People’s Voice explica su razonamiento diciendo que “la mayoría de los pacientes” conectados a respiradores debido al COVID-19 presentaron NAR. “Así pues, aunque el COVID-19 puede haber llevado a estos pacientes al hospital, en realidad fue una infección secundaria provocada por el uso de un respirador lo que les causó la muerte”, dice el artículo.

En realidad, el 57% de los pacientes con COVID-19 y ventilación mecánica en el estudio padecieron NAR y también la padeció una cuarta parte de los demás pacientes con neumonía y ventilación mecánica. Alrededor de la mitad de todos los pacientes con NAR murieron, lo que “no fue significativamente diferente” de la tasa de mortalidad en pacientes con ventilación mecánica que no tuvieron NAR, según el estudio.

Singer y sus colegas descubrieron que los pacientes cuya NAR no se trató con éxito tuvieron más probabilidades de morir que los pacientes cuya NAR se resolvió, lo que indica una conexión entre la NAR y los malos resultados. El estudio no fue aleatorizado, y los investigadores escriben que no pueden determinar definitivamente que la NAR no resuelta, y no algún otro factor asociado a ella, conduzca a malos resultados.

Metersky se mostró escéptico ante la posibilidad de que la NAR contribuya tanto a la mortalidad, y señaló otros estudios que muestran una tasa de NAR más baja en pacientes con neumonía que la hallada en el estudio de Singer.

“Sí, algunos pacientes conectados a un respirador tendrán una complicación mortal”, dijo Metersky. Según los datos anteriores a la pandemia, “probablemente 1 de cada 100” pacientes conectados a un respirador presentará una NAR mortal. Dado que el número de pacientes con COVID-19 que padecen NAR es aproximadamente el doble del de otros pacientes con neumonía conectados a un respirador, dijo que esto indicaría que alrededor del 2% de las personas con COVID-19 conectadas a un respirador mueren de NAR.

“Pero hay otras complicaciones”, dijo Metersky. Por ejemplo, pueden incluir daño a los pulmones por el alto nivel de oxígeno y la presión de aire del respirador, o efectos secundarios de los fármacos utilizados para sedar a las personas que están conectadas a un respirador. “Por eso no conectamos a un paciente a un respirador a menos que sea absolutamente necesario”, agregó.

En cualquier caso, “es ridículo partir de ese estudio para decir que los respiradores están matando a todas estas personas”, dijo Metersky, refiriéndose a la afirmación de que casi todas las muertes de pacientes con COVID-19 fueron causadas por los respiradores.

La ventilación temprana no causó muertes masivas

Otras afirmaciones falsas, revisadas anteriormente por otros, afirman que el uso excesivo de respiradores desempeñó un papel importante en la primera oleada de muertes por el COVID-19.

Singer y Metersky señalaron que, al principio de la pandemia, hubo algunas sugerencias de que los médicos conectaran a los pacientes con COVID-19 a respiradores antes que a otros pacientes con neumonía, ante la preocupación de que la insuficiencia respiratoria pudiera progresar muy rápidamente.

Pronto se llamó a la prudencia a la hora de utilizar la ventilación mecánica antes de tiempo, y estas prácticas se abandonaron rápidamente, según Singer. “Las indicaciones estándar para el inicio de la ventilación mecánica son realmente las mismas de siempre” para los pacientes con neumonía, dijo, independientemente de si tienen COVID-19.

Muchos datos sobre las recomendaciones para la ventilación mecánica temprana no están claros. En primer lugar, no había una definición estándar de lo que los expertos querían decir cuando recomendaban la ventilación mecánica “temprana”. Las decisiones sobre cuándo los pacientes requieren ventilación mecánica se basan en el mejor criterio de sus médicos a medida que controlan múltiples indicadores. Los médicos quieren estar seguros de que el respirador es realmente necesario, de que sin él, el paciente se encamina hacia la muerte por insuficiencia respiratoria. Pero tampoco quieren esperar a que el paciente sufra daños en los órganos por falta de oxígeno.

En segundo lugar, no está claro hasta qué punto se generalizó la ventilación mecánica temprana. Singer mencionó que su propio artículo reciente mostraba que Northwestern Medicine conectaba a los pacientes con COVID-19 a un respirador después de una cantidad de tiempo en la UCI similar a la de otros pacientes con neumonía. Otros han señalado que algunos médicos al principio de la pandemia tomaron medidas para evitar conectar a los pacientes a un respirador debido a la escasez de estos.

Por último, no se sabe con certeza qué impacto tuvo la ventilación mecánica temprana en los pacientes. Las investigaciones disponibles, revisadas recientemente en un blog por el epidemiólogo Gideon Meyerowitz-Katz, candidato al doctorado en la Universidad de Wollongong (Australia), indican que la ventilación temprana frente a la tardía no afectó de forma apreciable a las muertes por COVID-19. Por ejemplo, un estudio de revisión que agrupó y analizó datos de múltiples estudios descubrió que la utilización de un respirador en el día siguiente al ingreso en la UCI no tuvo ningún efecto sobre la mortalidad.

Es posible que, en ocasiones, se utilizaran respiradores en personas que podrían haberlos evitado, pero esto es difícil de cuantificar.

“Probablemente hubo un pequeño número de pacientes a los que se conectó a un respirador que, en última instancia, podrían no haberlo necesitado”, dijo Metersky. “A medida que conocimos mejor la enfermedad, aprendimos a reconocer que algunos pacientes podían no necesitar el respirador. Pero no se trató de esta gran conspiración de conectar a todos al respirador cuando, en su lugar, podrían haberse ido a casa”.


Traducido por Claudia Cohen. 

Nota del editor: Los artículos de SciCheck que brindan información certera y que corrigen información errónea sobre temas de salud se publican gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación.