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SciCheck’s COVID-19/Vaccination Project

Muerte de Hank Aaron se atribuyó a causas naturales


This article is available in both English and Español

Compendio SciCheck

El legendario jugador de béisbol y activista por los derechos civiles Henry “Hank” Aaron murió por causas naturales, de acuerdo a la oficina del médico forense de Fulton County, Georgia. No hay evidencia de que su muerte haya sido una consecuencia de haber recibido una vacuna contra el COVID-19 a comienzos de enero, como sugieren múltiples entradas y artículos compartidos en medios sociales.  


Historia completa

Henry “Hank” Aaron, de 86 años de edad, “falleció en paz mientras dormía” el 22 de enero, de acuerdo con una declaración de los Bravos de Atlanta, el equipo por el cual jugó 21 de sus 23 temporadas en las Grandes Ligas de Béisbol. Aaron murió a poco más de dos semanas de haber recibido públicamente la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna en una clínica de Morehouse Healthcare el 5 de enero. 

La secuencia de hechos ha llevado a algunos usuarios de medios sociales a sugerir que hubo una conexión directa entre recibir la vacuna y fallecer varios días después. 

Pero no hay evidencia de que ese sea el caso. 

Una persona escribió en Facebook: “Nuestro Hermano Hank Aaron — QEPD — quiso ser un ejemplo y una inspiración para la Comunidad Negra al recibir la vacuna contra el COVID-19. Desafortunadamente, puede que se haya convertido en un ejemplo para la Comunidad Negra de por qué NO SE PUEDE confiar en esta vacuna… Dos semanas después de recibir su primera inyección de Moderna, Hank Aaron murió mientras dormía. La causa de su muerte no ha sido revelada, pero saque usted la cuenta”. 

Otro usuario de Facebook, que yuxtapuso una nota de prensa sobre Aaron recibiendo la vacuna con otra sobre su muerte escribió: “¡Espero que la gente reciba el mensaje que la muerte de este hombre debería enviarnos al resto de nosotros!”

Y Robert F. Kennedy Jr., un escéptico de las vacunas que ha promovido información incorrecta sobre el COVID-19, tuiteó “la trágica muerte de #HankAaron es parte de una ola de muertes sospechosas en personas de la tercera edad inmediatamente seguidas de la administración de #vacunas contra el #COVID”. El tuit de Kennedy se enlaza con un artículo escrito por su organización, Children’s Health Defense, donde se sugiere infundadamente que Aaron podría haber muerto como resultado de la vacuna. 

Si bien no se ha determinado la causa exacta de la muerte de Aaron, funcionarios de la salud no creen que esté relacionada con la recepción de la vacuna. 

Un funcionario de la oficina del médico forense de Fulton County, que examinó el cuerpo de Aaron después de su muerte, le dijo a FactCheck.org por teléfono que Aaron murió “por causas naturales”.

En una declaración enviada por correo electrónico a AFP Fact Check, la médica forense del condado, Karen Sullivan, dijo: “No hubo ninguna información que sugiriera una reacción alérgica o anafiláctica a alguna sustancia que pueda ser atribuida a la reciente distribución de la vacuna”. 

Sullivan añadió: “Además, la examinación del cuerpo del Sr. Aaron no sugiere que su muerte se haya debido a ningún otro evento más que a lo asociado con su historial clínico”. 

WSB-TV en Atlanta reportó que Aaron tenía un historial de problemas en la próstata e hipertensión. Además, recibía tratamiento para osteoartritis de la rodilla y usaba una silla de ruedas en los últimos años de su vida. 

La Morehouse School of Medicine, la escuela de medicina afiliada a la clínica de Atlanta donde Aaron fue vacunado, también dijo que la vacuna no fue un factor de su muerte. 

La escuela, con históricas raíces en la comunidad Negra, nos envió un correo electrónico diciendo: “El Sr. Aaron fue un defensor de la salud pública y trabajó con nosotros para eliminar la desigualdad en el acceso a la salud en Atlanta y en todo el mundo. Su fallecimiento no tuvo relación con la vacuna, ni tampoco sufrió de ningún efecto secundario tras su vacunación. Falleció en paz mientras dormía”. 

Aaron y un grupo de más de 20 activistas de derechos civiles y humanos, todos sobre los 75 años de edad, se vacunaron en la nueva instalación de salud para “promover la aceptación de la vacuna en la comunidad Negra”, según un comunicado de prensa enviado por la escuela de medicina el 5 de enero. 

Una encuesta realizada en diciembre por AP-NORC Center for Public Affairs Research (el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de la Associated Press y NORC, un instituto de la Universidad de Chicago) encontró que, en ese entonces, solo un 23% de afroestadounidenses dijo que definitivamente tenía planes de recibir la vacuna para el coronavirus cuando estuviera disponible. La cifra es mucho menor al 53% de blancos y 34% de hispanos que dijeron lo mismo. 

En el día de su vacunación, Aaron le dijo a la Associated Press: “No tengo ninguna aprensión con esto, para nada, sabe. Me siento muy orgulloso de mi mismo por hacer algo como esto… Es sólo algo pequeño que puede ayudar a trillones de personas en este país”.

Andrew Young, el ex congresista, alcalde y embajador de Estados Unidos, quien también fue vacunado en la clínica el mismo día que Aaron, le dijo a 11Alive de Atlanta, que a él le dijeron que Aaron “nunca tuvo ninguna reacción” a la inyección previo a su muerte. 

“Hablé con el tipo que era su chófer, y le pregunté: ‘¿Hank sintió alguna molestia o algún problema en los últimos días?’; y él dijo: ‘no, él quiso mantener sus planes’”, le dijo Young a la estación de noticias. 

Como hemos escrito, las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech recibieron autorizaciones de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) después de haber sido sometidas a exhaustivas pruebas de seguridad y eficacia en ensayos clínicos con miles de participantes. (Para más información por favor visite nuestro artículo en SciCheck: “Preguntas y respuestas sobre las vacunas para COVID-19”).

El 22 de enero, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) reportaron que después de administrar más de 4 millones de dosis de la vacuna de Moderna entre el 21 de diciembre de 2020 y el 10 de enero de 2021, solo se encontraron 10 casos de anafilaxia, “una severa reacción alérgica que puede poner en riesgo la vida”.

“Nueve de las 10 reportes de casos de anafilaxia contenían el historial clínico de alergias o reacciones alérgicas del paciente, ya sea a medicamentos (seis), medios de contraste (dos) y alimentos (uno); cinco pacientes habían sufrido un episodio de anafilaxia en el pasado, ninguno asociado con la recepción de una vacuna”, según la CDC. 

No ha habido casos de muertes relacionadas con anafilaxia. 

Traducido por Catalina Jaramillo.

Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre nuestras decisiones editoriales, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.